CAPITULO 52: LORELLA ERA SU NOMBRE

Lorella Buttner cargaba con ella la belleza innata de las mujeres esquivas.

Su piel de terciopelo, los rayos amarillos sobre el pelo desordenado, su tranquilidad serena y una mirada en extremo inteligente cautivaron a Montaño cuando tuvo la oportunidad verdadera de conocerla, no hizo falta sino escucharla reir como una niña traviesa para darse cuenta que se habia enamorado.

Estaba sentada en el bar Monkie Monkie, solitaria. La tuvo al frente durante un par de minutos antes de que ella lo descubriera mirandola y al verlo hizo una mirada de extrañeza que luego pudo resolver cuando recordo que aquel hombre era el mismo del café al que habia tocado sin culpa.

Penso que era mala idea hablarle pues no queria parecer demasiado lanzada asi que tuvo una idea, se levantó de la mesa, camino hacia la entrada y cuando paso a su lado le hizo una sonrisita antes de irse a la playa a observar como las olas se estrellaban contra el tiempo inaudito del mar.

Montaño no queria perder la oportunidad de estar cerca de ella, asi que decidio seguirla y sin mayor discreción espero que se sentara en la arena para sentarsele a su lado.

-¿que piensas? Pregunto él firmemente
-Pienso que esta noche llovera

hubo silencio y con el silencio vino el primer calor invisible del amor...